Para hablar de fotografía en el contexto actual en el que la imagen es el tótem de la cultura occidental, debemos ser muy precisas. ¿De qué foto estamos hablando? Y sobre todo ¿de qué queremos hablar con las fotos? Somos conscientes de que el filtro de las cámaras de los móviles tiene el poder, somos conscientes de que la imagen mueve a las personas y de que es capaz de contar historias muy diversas. Pero otra pregunta importante es qué historias cuentan esas fotos, quiénes las protagonizan y cómo podemos utilizar todo el potencial de la herramienta para resistir y reexistir.

Términos como fotografía participativa, foto-acción o Fotovoz parecen desconocidos si nos posicionamos solamente en una visión de la fotografía desde el selfie, desde esa vanidad que nos engulle muy a menudo fagocitada por redes sociales donde es muy goloso dejarse vencer. Nosotras desde este proyecto queremos despegarnos, abandonar la comodidad, repensar la fotografía desde otros paradigmas y apropiarnos de las cámaras para mirar y mirarnos desde otros lugares, para elaborar discursos que nos permitan cambiar la realidad, que nos permitan poder accionar nuestras vidas y nuestras luchas desde lo colectivo y tener una incidencia social y política lo más amplia posible.

Para ello en este curso cada una de las resistentes irá de la mano de la herramienta Fotovoz, una herramienta de investigación-acción participativa que emplea la fotografía para ayudar a las personas a identificar, representar y fortalecer su comunidad. Así la definía en los años noventa Caroline Wang, la primera que puso nombre a la idea de brindar una herramienta para que las personas que no tienen voz o poder en sus comunidades logren empoderarse. Fotovoz parte de los principios de la fotografía documental basada en la comunidad, la teoría feminista, y la Educación Popular que planteaba Paulo Freire.

Durante el curso, en paralelo a los conocimientos que nos trasladarán las maravillosas mujeres que van a visitarnos, iremos trabajando con las alumnas esta técnica. Tomaremos fotografías relacionadas con un tema del curso con lo que crearemos nuevas oportunidades para la reflexión y representación de asuntos de manera personal y creativa. Como lo indica su nombre, el objetivo es dar voz y empoderar a las resistentes mediante la documentación o registro fotográfico de su realidad, en este caso poniendo el foco en la construcción de paz y las mujeres, los feminismos y las luchas de las mujeres saharauis. Las imágenes van acompañadas de narrativas que explican la intención de esa fotografía, lo que facilita un proceso reflexivo para que las participantes se conviertan en agentes de cambio.

Pero sin duda una de las partes más emocionantes de este proceso será las réplicas en los colectivos para poder transmitirles los conocimientos aprendidos sobre Fotovoz, con el objetivo de que puedan utilizar la herramienta para tener una mayor incidencia y hacer sus luchas más visibles. Por último, la creación colectiva de una exposición con las fotografías, textos y vivencias que hayamos ido construyendo durante el curso. Una exposición que narrará las historias de las resistentes, a la que daremos forma y contenido de manera colectiva y donde queremos reflejar lo más fielmente posible lo que ha significado el camino de las resistentes, un camino que no acabará si no que será el comienzo de la resistencia juntas.